Apuntes sobre Kipnis: CONTRA EL AMOR

Si la monogamia se torna una faena y el deseo se regula de manera contractual; si llevamos las cuentas, usufructuamos la fidelidad del mismo modo en que se adquieren utilidades de una nómina de empleados y hacemos del matrimonio una metalurgia sujeta a una rígida disciplina obrera cuyo fin es mantener a los maridos, esposas y compañeros domésticos del mundo estrangulados y ceñidos al statu quo de la maquinaria, ¿podemos hablar de “relaciones positivas”?

Contra el amor, Laura Kipnis

No pude encontrar mis apuntes de la universidad. Quería dedicar unas líneas a preguntarme cómo algo que atrapó el interés de tantos sabios de la antropología, el matrimonio, hoy es un tema al cual se le presta la atención equivocada: no se piensa la manera en que funciona o cambia sino en las estrategias para mantenerlo vigente. Por eso el libro de Kipnis que recién publicamos (ver abajo) es tan controversial.

Ya sabemos que el matrimonio es por encima de todo una institución económica. Sin embargo, en este siglo adquirió una seña distintiva: el discurso acerca del amor (que supuestamente le subyace) reproduce las nociones, categorías y valores del capitalismo. Si el matrimonio es un trabajo laborioso, que como el hueso asalariado nos vuelve zombis, bien haríamos en valorar aquellas estrategias para combatir la alienación que produce. Y qué mejor manera, argumenta Kipnis, que ese juego vivificante llamado adulterio.

Para solventar el extravío de mis apuntes, decidí echarle un ojo al artículo de Wikipedia sobre el matrimonio. Me pareció simpático que de los conceptos relacionados, el primero fuera "adulterio" y también que apareciera al inicio un disclaimer donde se informaba lo siguiente: "The neutrality of this article is disputed". Pero, ¿podría ser de otro modo? ¿Hablar del matrimonio neutralmente?

Como calistenia para la lectura de Kipnis propongo un texto de Jacques Attali disponible gratis en la red. En 2005, la revista Foreign Policy invitó a 16 pensadores a especular sobre ideas, valores e instituciones que tomamos por sentado, pero que probablemente desaparecerán dentro de los próximos 35 años. Mientras otros se ocupaban de la soberanía, el dominio público, o el partido comunista chino, Attali, quien fuera consejero de F. Mitterrand, dirigió su batería contra la noción de monogamia. Lo disfuncional de hoy, se dice, conforma la normalidad de mañana.

J.E.